¡Por fin has lanzado tu web!
Te morías de ganas de hacerlo desde hace un montón de meses.
Qué sorpresa la tuya cuando ves que vas teniendo un tráfico constante de usuarios que entran a mirar tus productos.
Es emocionante, ¿verdad?
A medida que van pasando las semanas y la emoción por lo nuevo empieza a bajar, te das cuenta de que sí, que las visitas las tienes, y es entonces cuanto te haces la siguiente pregunta:
Ahí está la clave de todo.
Puedes tener una web preciosa, vender los productos perfectos y tener unos servicios magníficos para tu cliente ideal, pero lo único cierto aquí es que si no le dices al usuario de manera clara qué es lo que tiene que hacer cuando entre en tu web, no lo hará.
Y no lo hará, simplemente, porque no lo sabe.
La buena noticia es que este problema puedes comenzar a solucionarlo hoy mismo con unos simples cambios en tus llamadas a la acción.
Coge papel y boli porque durante este ratito de lectura voy a contarte las claves para que tu usuario te dé el «sí, quiero» cada vez que entre en tu web. 🙂
Las llamadas a la acción o CTA (Call to Action) son las palabras, frases o botones que tienes repartidos a lo largo de tu web y que invitan al usuario a realizar una acción determinada.
A mí me gusta definir la llamada a la acción como el GPS que debe guiar al usuario a través de la web para que siga los pasos que tú hayas definido previamente.
Te aseguro que, de lo contrario, será mucho más complicado que tomen una acción determinada si no se lo dices tú directamente. Y la forma de hacerlo será con las llamadas a la acción.
Estas llamadas a la acción tienen que estar colocadas estratégicamente si lo que quieres es conseguir que el usuario haga clic en ellas.
Podemos utilizar las llamadas a la acción para que el usuario:
Pasa como con todo.
¿Qué ocurriría si al entrar en una tienda el dependiente empezara a seguirte enseñándote insistentemente todos los productos que tiene en la tienda sin importarle lo que tú quieras?
Te aseguro que yo saldría corriendo de la tienda y no volvería jamás.
Pues exactamente lo mismo ocurre en las webs que ofrecen en todas partes llamadas a la acción: compra estos zapatos, aprovecha los últimos descuentos, descubre la nueva colección, descarga ya el catálogo…
Me ha dado estrés solo de pensarlo, ¿a ti no?
Cuando le damos al usuario multitud de opciones en una misma sección, se abrumará y no sabrá que elegir, por lo tanto tus llamadas a la acción no tendrán ningún resultado.
Además, haciendo que el usuario tenga que elegir estarás consiguiendo que tus llamadas a la acción compitan entre ellas.
La solución: céntrate en un objetivo concreto y crea una llamada a la acción adecuada para cada momento, para cada sección y para cada objetivo que desees conseguir.
Los textos de las llamadas a la acción tienen que convencer al usuario para que haga clic en ellas. De manera que, a la vez de ser atractivos, tienen que ser también explicativos, directos y claros.
Si el texto que has escrito en el botón no tiene absolutamente nada que ver con el propósito de este, o con lo que estás prometiendo que se puede conseguir, tus usuarios se sentirán engañados, con la consecuente pérdida de credibilidad que eso supondrá para ti.
Este es un error que, sorprendentemente se repite mucho en las webs.
Es importante que evites colocar la llamada a la acción en lugares escondidos o en los que sea complicado verlos a simple vista.
No quiero decir con esto que rompas el estilo de diseño de tu web, ya que el botón debe verse natural y en consonancia con el resto de tu página, pero sí tendrá que estar en un lugar en el que llame la atención del usuario si lo que quieres es no perder la oportunidad de multiplicar tus conversiones.
Además de la zona en la que esté colocada, será suficiente con que la llamada a la acción sea lo bastante grande como para ser visible y no pasar desapercibida, pero sin distraer la atención del resto del contenido de tu web. Recuerda que lo último que queremos es entorpecer la navegación del usuario en la página.
Indícale al usuario de manera activa qué acción es la que quieres que realice en tu página.
Para esto las llamadas a la acción deben comenzar con verbos imperativos que le digan al usuario qué es lo que va a conseguir cuando haga clic en el botón y qué beneficios son los que se llevará cuando termine de realizar la acción. Te pongo algunos ejemplos:
Como verás, la fórmula que estoy aplicando aquí es la de verbo de acción + beneficio.
Verbos como «conseguir», «aprender», «descubrir» son dinámicos e incitan a la acción rápida, de manera que con ellos se consigue crear en el usuario ese sentimiento de inmediatez para, finalmente, obtenga el beneficio que desea.
Puede parecer algo sin importancia, pero lo cierto es que está comprobado que cambiando el texto escrito en segunda persona a primera persona (por ejemplo: «quiero descargar ya el checklist» en lugar de «descarga ya el checklist») hace que el porcentaje de conversiones aumente considerablemente.
Utilizar la primera persona en las llamadas a la acción hace que el usuario se sienta implicado en lo que le estás proponiendo y además esta propuesta se presenta desde su propio punto de vista, y no desde el de una segunda persona.
Ya sabes el poder que tiene la urgencia a la hora de realizar cualquier acción, ¿verdad? La urgencia vende.
Si nos dicen que es «ahora o nunca» y que no vamos a tener otra oportunidad para adquirir un producto, obtener una oferta o apuntarnos a un curso se nos enciende la señal de alarma y nos sentimos más motivados a realizar la acción de manera inmediata.
Algunos ejemplos usando esta técnica puede ser incluir en el texto que ese precio especial estará únicamente durante un tiempo determinado o que tienes una oferta con unidades limitadas de determinado producto de tu tienda online.
Fíjate en la diferencia entre estos dos textos.
¿Qué llamada a la acción crees que sería más efectiva? 😉
El color tiene un poder increíble ya que influye en las emociones de los usuarios, por lo que será fundamental que seas cuidadoso con el color que eliges para tu llamada a la acción.
El motivo por el que influye en nuestras emociones es porque el color también es cultural, y para lo que nosotros tiene un significado, para una persona de otra cultura tendrá otro completamente diferente.
Precisamente, Kissmetrics tiene un estudio muy interesante acerca de la psicología del color en el que explica las preferencias sobre colores que tienen los diferentes tipos de compradores.
Gracias a este estudio podemos decir que:
Recuerda que serán las encargadas de que se produzcan las conversiones en tu web. De lo contrario estarás perdiendo miles de potenciales clientes cada día solo por el hecho de no saber guiarles hacia donde tú quieres que vayan.
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3 Comments
Hola,te felicito por este post,la verdad es que es imprescindible «la llamada a la acción »
Te sigo
Gracias, Jose.
Me alegro de que te haya gustado 🙂
Un abrazo.
Muchas gracias por compartir este artículo sobre el copy para la llamada a la acción. Muy completa la información y excelentes consejos y tips.